¿Qué dice la Biblia sobre miedo, ansiedad o temor? Aunque el miedo es una reacción natural…

La Biblia sobre miedo ansiedad o temor

Aunque el miedo es una respuesta natural que ha permitido al ser humano sobrevivir ante los peligros que amenazan su vida, podría también llegar a ser un problema si ocurre de manera patológica, exagerada o innecesaria, ante sus estímulos desencadenantes, reales o no. Este miedo «alterado», ya sea en forma de fobia, pánico o ansiedad, se somatiza, paraliza, genera dudas, causa problemas y enferma.

La persona afectada erige como una gran muralla imaginaria para su vida que no le permite avanzar, que la encierra en su mente y que, a la vez, marca la frontera de su libertad, la que siempre está al otro lado. La actitud ante esa situación hará que tal muralla sea derribada, o que cada día se vea más alta y fuerte, según si se enfrenta o ignora; aunque, a decir verdad, en cualquier momento se podría reducir a polvo imaginario una muralla también imaginaria.

Para derribarla, uno podría optar por asistir a consulta con especialistas y adherirse al manejo indicado, leer del tema en literatura médica, o ver videos motivacionales, lo que es de inmensa ayuda; pero, definitivamente, también nos debemos abrir a Dios.

La confianza en Dios, en que Él nos conoce, en que Él sabe porqué estamos pasando esa prueba y en que Él mismo nos ayudará en la misión de superarla, es la que nos reviste también de la actitud requerida para enfrentar lo que se nos presenta.

Lo cierto es que, cuando se logra derribar la muralla, y pasar al otro lado con la ayuda de Dios, se es una nueva persona.

Esto podría ser equivalente al morir del yo antiguo y al renacer en una persona más fuerte, con más confianza en sí misma, al ver, entender y aceptar la ayuda, acción y misericordia de Dios.

En las siguientes citas bíblicas se nos habla sobre la oración y la confianza en Dios como la forma de enfrentar, espiritualmente, el miedo. Es, pues, Dios mismo quien nos ofrece su auxilio y nos recuerda la necesidad de acrecentar nuestra fe.

Como Él mismo dijo a aquel profeta a quien hizo ver el trabajo de un alfarero: «¿No puedo hacer yo con vosotros, Casa de Israel, lo mismo que este alfarero? —oráculo del Señor—. Lo mismo que el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano». (Jeremías 18, 6).

¿Qué dice la Biblia sobre ansiedad o temor?

Encuentra a continuación los textos y audios de algunas Lecturas de la Biblia, tanto del antiguo testamento, incluyendo salmos, como del Nuevo Testamento, incluyendo Evangelios y Epístolas, que abordan la respuesta al miedo: oración, cercanía y confianza en Dios

Antes de las lecturas y para ayudarte a entrar en oración te recomendamos escuchar la siguiente canción e himno (10 min) para invocar al Espíritu Santo, Espíritu Dios, Él nos ayudará a obtener respuestas y soluciones.

Canción al Espíritu Santo – Espíritu Dios de Panversia

Lectura del libro de Josué (Josué 1, 7a.9 )

Dios llama a Josué

Audio de Josué

7 Lo único que te pido es que tengas mucho valor y firmeza,

Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas.»

Lectura del libro de Ester (Ester 4, 17z)

Oración de la Reina

17z Oh Dios, que dominas a todos, oye el clamor de los desesperados; líbranos del poder de los malvados y líbrame a mí de mi temor.

Salmo 56 (55) , 4.5.10b-12a

El fiel no sucumbirá

4 El día en que temo, en ti confío. 5 En Dios, cuya palabra alabo, en Dios confío y ya no temo. 10b Yo sé que Dios está por mí. 11 En Dios, cuya palabra alabo, en Yahvé, cuya palabra alabo, 12 en Dios confío y ya no temo.

¿Qué dice la Biblia sobre miedo, ansiedad o temor?

Salmo 91 (90), 1-16

El Señor es nuestro refugio

Audio Salmo 91

El que vive bajo la sombra protectora
del Altísimo y Todopoderoso,
dice al Señor: «Tú eres mi refugio,
mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!»

Sólo Él puede librarte
de trampas ocultas y plagas mortales,
pues te cubrirá con sus alas,
y bajo ellas estarás seguro.
¡Su fidelidad te protegerá como un escudo!
No tengas miedo a los peligros nocturnos,
ni a las flechas lanzadas de día,
ni a las plagas que llegan con la oscuridad,
ni a las que destruyen a pleno sol;
pues mil caerán muertos a tu izquierda
y diez mil a tu derecha,
pero a ti nada te pasará.
Solamente lo habrás de presenciar:
verás a los malvados recibir su merecido.

Ya que has hecho del Señor tu refugio,
del Altísimo tu lugar de protección,
10 no te sobrevendrá ningún mal
ni la enfermedad llegará a tu casa;
11 pues Él mandará que sus ángeles
te cuiden por dondequiera que vayas.
12 Te levantarán con sus manos
para que no tropieces con piedra alguna.
13 Podrás andar entre leones,
entre monstruos y serpientes.

14 «Yo lo pondré a salvo,
fuera del alcance de todos,
porque él me ama y me conoce.
15 Cuando me llame, le contestaré;
¡yo mismo estaré con él!
Lo libraré de la angustia
y lo colmaré de honores;

16 lo haré disfrutar de una larga vida:
¡lo haré gozar de mi salvación!»

Salmo 118, 5-9

El poder del Señor es extraordinario

Audio Salmo 118

En mi angustia llamé al Señor;
Él
me escuchó y me dio libertad.
El Señor está conmigo; no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer el hombre?
El Señor está conmigo; Él me ayuda.
¡He de ver derrotados a los que me odian!
Es mejor confiar en el Señor
que confiar en el hombre.
Es mejor confiar en el Señor
que confiar en grandes hombres.

¿Qué dice la Biblia sobre miedo, ansiedad o temor?

Salmo 23 (22), 1-6

JESÚS OVEJA, NINGUNA SE PIERDE

El Buen Pastor

«Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo»

Fuente de imagen: Pixabay

El Señor es mi pastor (o El Buen Pastor)

Audio Salmo 23

1aSalmo de David;
1b) El Señor (Yahvé) es mi pastor;
nada me falta.
En verdes praderas me hace descansar,
a las aguas tranquilas me conduce,
me da nuevas fuerzas
y me lleva por caminos rectos,
haciendo honor a su nombre.

Aunque pase por el más oscuro de los valles,
no temeré peligro alguno,
porque tú, Señor, estás conmigo
;
tu vara y tu bastón me inspiran confianza.

Me has preparado un banquete
ante los ojos de mis enemigos;
has vertido perfume en mi cabeza,
y has llenado mi copa a rebosar.
Tu bondad y tu amor me acompañan
a lo largo de mis días,
y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré.

Salmo 27 (26), 1, 3, 8

El Señor es mi luz y mi salvación

Audio Salmo 27

(1a) Salmo de David

(1b) El Señor es mi luz y mi salvación,
¿de quién podré tener miedo?
El Señor defiende mi vida,
¿a quién habré de temer?


Aunque un ejército me rodee,
mi corazón no tendrá miedo;
aunque se preparen para atacarme,
yo permaneceré tranquilo.

El corazón me dice:
«Busca la presencia del Señor.»
Y yo, Señor, busco tu presencia.

Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácida 34, 13-17)

Confianza en el Señor

Audio del Eclesiástico

13 Los que respetan al Señor vivirán,
pues ponen su esperanza en quien puede salvarlos.
14 El que respeta al Señor no le tiene miedo a nada,
ni se acobarda, pues confía en el Señor.

15 ¡Dichoso el que respeta al Señor!
Él sabe en quién confía y quién lo sostiene.
16 El Señor vela por aquellos que lo aman,
como fuerte escudo y poderoso apoyo,
refugio contra el viento ardiente,
sombra para el calor del mediodía,
protección contra los tropiezos
y ayuda contra las caídas.
17 Él da consuelo al alma, luz a los ojos,
y salud, vida y bendición.

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas 8, 22-25

jesus mar calma

Jesús se levantó y dio una orden… , y todo se calmó y quedó tranquilo

—¿Qué pasó con su fe?

Fuente de imagen: Tormenta en el Mar de Galilea, Rembrandt, 1632

Jesús calma la tormenta

Audio Evangelio

22 Un día, Jesús entró en una barca con sus discípulos, y les dijo:

—Vamos al otro lado del lago.

Partieron, pues, 23 y mientras cruzaban el lago, Jesús se durmió. En esto se desató una fuerte tormenta sobre el lago, y la barca empezó a llenarse de agua y corrían peligro de hundirse. 24 Entonces fueron a despertar a Jesús, diciéndole:

—¡Maestro! ¡Maestro! ¡Nos estamos hundiendo!

Jesús se levantó y dio una orden al viento y a las olas, y todo se calmó y quedó tranquilo. 25 Después dijo a los discípulos:

—¿Qué pasó con su fe?

Pero ellos, asustados y admirados, se preguntaban unos a otros:

—¿Quién será éste, que da órdenes al viento y al agua, y lo obedecen?

Lectura de la Epístola de San Pablo a los Romanos (Rm 8, 14-16)

Hijos de Dios gracias al Espíritu

Audio Rm

14 Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. 

15 Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud que los lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que los hace hijos de Dios. Por este Espíritu nos dirigimos a Dios, diciendo: «¡Abbá! ¡Padre!» 16 Y este mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que ya somos hijos de Dios.

Lectura de la Primera Epístola de San Pedro (1Pe 5, 6-11)

A toda la comunidad

Audio 1Pe

Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él los enaltezca a su debido tiempo. Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque Él se interesa por ustedes.

Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar. Resístanle, firmes en la fe, sabiendo que en todas partes del mundo los hermanos de ustedes están sufriendo las mismas cosas. 10 Pero después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios los hará perfectos, firmes, fuertes y seguros. Es el mismo Dios que en su gran amor nos ha llamado a tener parte en su gloria eterna en unión con Jesucristo. 11 A Él sea el poder para siempre. Amén.

Lectura de la Segunda Epístola a Timoteo (2Ti 1, 7)

No avergonzarse del evangelio

Audio 2Ti

7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio.

¿Qué dice la Biblia sobre ansiedad o temor?

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