CONTENIDO DEL DÍA
INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO DEL DÍA SÁBADO 1 DE FEBRERO DE 2025
SÁBADO DE LA TERCERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)
Santa Brígida de Kildare
En Kildare, en Irlanda, santa Brígida, abadesa, que fundó uno de los primeros monasterios de la isla y continuó el trabajo de evangelización iniciado por san Patricio (c. 525)
Imagen Santa Brígida de Kildare Wikipedia
Otros santos o fiestas del día: San Enrique Morse (s. XVII), San Sigeberto (s. III), San Urso (s. IX), San Agripano, obispo y mártir (s. VII ) San Severo, obispo de Rávena (s. IV)
ANTÍFONA DE ENTRADA
«Virgen María, has sido colmada de bendiciones, por el Señor Dios excelso, más que todas las mujeres de la tierra; porque de tal manera glorificó tu nombre que no faltará tu alabanza en el corazón de los hombres. (Cf. Jdt 13, 18-19).
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ORACIÓN COLECTA
Al celebrar la gloriosa memoria de la Santísima Virgen María, te pedimos, Señor, por su intercesión, que también nosotros logremos recibir la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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PRIMERA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA A LOS HEBREOS
Hermanos: La fe es la garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza de las realidades que no se ven.
Por ella nuestros antepasados fueron considerados dignos de aprobación.
Por la fe, Abraham, obedeciendo al llamado de Dios, partió hacia el lugar que iba a recibir en herencia, sin saber a dónde iba.
Por la fe, vivió como extranjero en la Tierra prometida, habitando en carpas, lo mismo que Isaac y Jacob, herederos con él de la misma promesa.
Porque Abraham esperaba aquella ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
También por la fe, Sara recibió el poder de concebir, a pesar de su edad avanzada, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía.
Y por eso, de un solo hombre, y de un hombre ya cercano a la muerte, nació una descendencia numerosa como las estrellas del cielo e incontable como la arena que está a la orilla del mar.
Todos ellos murieron en la fe, sin alcanzar el cumplimiento de las promesas: las vieron y las saludaron de lejos, reconociendo que eran extranjeros y peregrinos en la tierra.
Los que hablan así demuestran claramente que buscan una patria; y si hubieran pensado en aquella de la que habían salido, habrían tenido oportunidad de regresar.
Pero aspiraban a una patria mejor, nada menos que la celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de llamarse «su Dios» y, de hecho, les ha preparado una Ciudad.
Por la fe, Abraham, cuando fue puesto a prueba, presentó a Isaac como ofrenda: él ofrecía a su hijo único, al heredero de las promesas, a aquel de quien se había anunciado:
De Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre.
Y lo ofreció, porque pensaba que Dios tenía poder, aun para resucitar a los muertos. Por eso recuperó a su hijo, y esto fue como un símbolo.
P/. Palabra de Dios
R/. Te alabamos Señor
SALMO RESPONSORIAL
LIBRO DE LOS SALMOS
R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo
Suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas. R/.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza. R/.
Y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán,
para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días. R/.
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ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO DEL DÍA
R/. Aleluya, Aleluya, Aleluya
«Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito; todo el que cree en Él tiene vida eterna. (Jn 3, 16)».
R/. Aleluya, Aleluya, Aleluya
EVANGELIO DEL DÍA: HOY SÁBADO 1 DE FEBRERO DE 2025
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: «Crucemos a la otra orilla». Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya.
Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua.
Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal.
Lo despertaron y le dijeron: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?». Despertándose, Él increpó al viento y dijo al mar: «¡Silencio! ¡Cállate!». El viento se aplacó y sobrevino una gran calma.
Después les dijo: «¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?».
Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: «¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?».
P/. Palabra del Señor
R/. Gloria a ti, Señor Jesús
COMENTARIO REFLEXIÓN AL EVANGELIO DEL DÍA
En el Evangelio del día de hoy sábado 1 de febrero de 2025, la liturgia nos presenta un fragmento del santo Evangelio según San Marcos (Mc 4, 35-41)
El pasaje de hoy nos relata cómo los discípulos de Jesús obedecen e ingresan a la barca con nuestro Señor, pero Él se durmió en medio del viaje a la otra orilla. La tempestad que se desató en ese viaje hizo temer a sus acompañantes por sus vidas porque el agua ya se entraba a la barca. Pero Jesús fue despertado con la exclamación: ¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?
Jesús increpó al viento, ordenó al mar “¡Silencio! ¡Cállate!” y todo volvió a la calma.
¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?, les preguntó Jesús, pero ellos se llenaron de temor porque no entendían cómo nuestro Señor había tenido tanto poder como para hacer que, con su Palabra, calmara al mar.
¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe? son las preguntas que también nuestro Señor nos hace hoy, a ti y a mí.
¿No sabes que estoy contigo? ¿Cuán cimentada está tu fe en Dios, en mí? ¿cuán cerca estás de mí que soy la Palabra? Y la Palabra, tú sabes es vida. Yo soy la vida.
¿cómo no tienes fe? ¿No has visto todo lo que he hecho por ti y por todos?
No importa cuántas tormentas hayan afuera, ni cuán grandes sean, ni cuántas situaciones difíciles tengas en frente o cuánto te hayas afectado por todo ello, tú debes saber que Yo estoy contigo y si confías en mí, si me dices qué quieres, como lo hizo el hombre ciego o el enfermo de lepra o estos tripulantes, la calma regresará, como lo hizo a ellos, en los términos de la paz de Dios, que es la verdadera, aquella que debemos desear y estar resueltos a acoger.
¿Cuál es tu reflexión con las lecturas y el Evangelio de hoy?