CONTENIDO DEL DÍA
INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO DEL DÍA JUEVES 26 DE DICIEMBRE DE 2024
JUEVES DE LA OCTAVA DE NAVIDAD (CICLO C)
El día de hoy la Iglesia celebra la fiesta de SAN ESTEBAN, protomártir (primer mártir de la iglesia)
Nos encontramos hoy con la celebración de la fiesta litúrgica de San Esteban. Como podemos recordar, Esteban es el primer mártir de la Iglesia. Fue elegido por la comunidad cristiana para ayudar a resolver un problema de atención a las viudas que se encontraban desprovistas, de modo que era un diácono dedicado a las mesas, sin embargo, su predicación y su vida generaron mucha inquietud en aquellos que percibían la vida de Jesús como una amenaza y por ello lo lapidaron. Sin embargo, aún en su martirio Esteban continuó dando muestras de su santidad: ora por sus victimarios, como lo aprendió de su Maestro. Que su vida nos enseñe a orar siempre por aquellos que de alguna manera buscan hacernos daño.
Imagen: San Esteban Wikipedia
Lee textos y escucha el Evangelio de hoy, el salmo responsorial y las lecturas del jueves 26 de diciembre de 2024, a continuación.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Las puertas del cielo se abrieron para San Esteban, el primero de los mártires, y por eso alcanza la victoria coronado de gloria.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, imitar el misterio que celebramos, para que aprendamos a amar a los enemigos, ya que hoy conmemoramos el martirio de aquel que supo orar por sus perseguidores. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
PRIMERA LECTURA
LECTURA DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES
En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y signos en el pueblo. Algunos miembros de la sinagoga llamada «de los Libertos», como también otros, originarios de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia, se presentaron para discutir con él. Pero no encontraban argumentos, frente a la sabiduría y al espíritu que se manifestaba en su palabra.
Oyendo sus palabras, se enfurecieron y rechinaban los dientes contra él. Esteban, lleno del Espíritu Santo y con los ojos fijos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús, que estaba de pie a la derecha de Dios. Entonces exclamó: «Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios».
Ellos comenzaron a vociferar y, tapándose los oídos, se precipitaron sobre él como un solo hombre, y arrastrándolo fuera de la ciudad, lo apedrearon. Los testigos se quitaron los mantos, confiándolos a un joven llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban oraba, diciendo: «Señor Jesús, recibe mi espíritu». Después, poniéndose de rodillas, exclamó en alta voz: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado».
Y al decir esto, expiró.
P/. Palabra de Dios
R/. Te alabamos Señor
SALMO RESPONSORIAL
LIBRO DE LOS SALMOS
Salmo 30
R/. «A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu»
Sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame. R/.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás;
tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.
Te has fijado en mi aflicción. R/.
Líbrame de los enemigos que me persiguen.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO DEL DÍA
R/. Aleluya, Aleluya, Aleluya
Bendito el que viene en nombre de Señor; el Señor es Dios, Él nos ilumina. (Sal 117, 26.27)
R/. Aleluya, Aleluya, Aleluya
EVANGELIO DEL DÍA HOY JUEVES 26 DE DICIEMBRE DE 2024
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.
A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos.
Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes. El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará.