Evangelio, Salmo y Lecturas de hoy 22 de marzo de 2021

Te presentamos las Lecturas de la Biblia para hoy lunes, 22 de marzo de 2021. El Evangelio del día en audio (y podcast). Luego de estas Lecturas con la Palabra de Dios encontrarás cuáles son los Santos y Santas que se recuerdan hoy.

Indicación:

Nota a las Lecturas, Salmo y Evangelio del día 22 de marzo de 2021: las frases en color gris son una redacción auxiliar a manera de subtítulo explicativo del Evangelio del día y de las otras Lecturas de hoy.

Lecturas del día y Evangelio del día, lunes 22 de marzo de 2021
V Semana de Cuaresma
Santa Lea de Roma

Santa Lea de Roma

Santa Lea de Roma

Santa Lea de Roma fue una rica viuda romana que era ampliamente

conocida como la madre de las vírgenes, patrona de las viudas y benefactora

de San Jerónimo. Lea era una miembro de una familia noble que enviudó a

una edad temprana.

Ingresó a la comunidad de Santa Marcela, donde las Escrituras

se estudian y se rezaba juntas, viviendo en la castidad y la pobreza.

Con esta elección, Lea dió una vuelta a su vida perdiendo todo el

dinero y la posición social que tenia y, según San Jerónimo,

se convirtió en maestra de perfección para los demás, más con el

ejemplo que con la palabra, era de una humildad tan sincera y profunda

que, después de haber sido una gran dama con mucha servidumbre

bajo sus órdenes, se consideró a sí misma como un sirviente y vivió

en un rincón con algunos muebles.Según la tradición, vivió una vida

de penitencia severa, vestía una camisa de saco y pasaba la mayor parte

de la noche en oración.

Fuente: Wikipedia

Primera Lectura
Del Libro de Daniel

Dn. 13, 1-9. 15-17. 19-30. 33-62

Susana es condenada a muerte

13 1 Vivía en Babilonia un hombre que se llamaba Joaquín. 
Estaba casado con una mujer llamada Susana, hija de Hilquías, que era muy bonita y respetuosa del Señor. 
Sus padres eran rectos y la habían educado de acuerdo con la ley de Moisés. 
Joaquín era muy rico, y junto a su casa tenía un jardín con árboles. Y como era el hombre más importante de todos, los judíos tenían la costumbre de reunirse en su casa.

Aquel año habían sido nombrados jueces dos ancianos del pueblo. Pero eran de aquellos de quienes dijo el Señor: «La maldad apareció en Babilonia por obra de ancianos y jueces que sólo en apariencia guiaban al pueblo.» 
Estos hombres iban con frecuencia a la casa de Joaquín, y todos los que tenían algún pleito acudían a ellos.

A mediodía, cuando la gente se iba, Susana acostumbraba salir a pasear al jardín de su esposo. 
Los dos ancianos, que todos los días la veían salir a pasear, se llenaron de pasión por ella 
y tuvieron pensamientos perversos; no volvieron a tener en cuenta a Dios ni se acordaron de lo que es la rectitud. 

15 En cierta ocasión, mientras esperaban el día oportuno, Susana fue al jardín como de costumbre, acompañada solamente de dos muchachas. Y tuvo deseos de bañarse en el jardín, porque hacía mucho calor. 
16 
Fuera de los dos ancianos, que estaban escondidos espiándola, nadie más había allí. 
17 
Susana les dijo a las muchachas: «Tráiganme aceite y perfumes, y cierren las puertas del jardín, porque voy a bañarme.» 

19 Apenas se fueron las muchachas, salieron corriendo los dos viejos hacia ella 
20 
y le dijeron:

—Mira, las puertas del jardín están cerradas; nadie nos ve. Estamos llenos de pasión por ti; acepta y entrégate a nosotros. 
21 
De lo contrario, te acusaremos de que un joven estaba contigo, y que por eso mandaste salir a las muchachas.

22 Susana se echó a llorar y dijo:

—¡No tengo salida! Si hago lo que ustedes me proponen, seré condenada a muerte, y si me resisto, no podré escapar de sus manos. 
23 
Pero prefiero resistirme y caer en sus manos, antes que pecar contra el Señor.

24 Entonces Susana gritó con todas sus fuerzas, y también los dos viejos gritaron. 
25 
Uno de los dos corrió y abrió las puertas del jardín. 
26 
Al oír que gritaban en el jardín, la gente de la casa vino corriendo por la puerta lateral para ver qué sucedía. 
27 
Y cuando los viejos contaron su cuento, la gente del servicio se llenó de vergüenza, porque nunca habían oído decir cosa semejante de Susana.

28 Al día siguiente, cuando el pueblo se reunió en la casa de Joaquín, el esposo de Susana, vinieron los dos viejos con el malvado plan de hacer que la mataran. 
29 
Y dijeron delante del pueblo: «Manden traer a Susana, la hija de Hilquías y esposa de Joaquín.» Y la hicieron venir. 
30 
Ella se presentó acompañada de sus padres, de sus hijos y de todos sus parientes. 

33 
Pero todos los de su familia, y sus amigos, y todos los que la veían, lloraban.

34 Entonces los dos viejos, de pie en medio de la gente, pusieron las manos sobre la cabeza de Susana. 
35 
Ella, llorando, levantó los ojos hacia el cielo, porque en su corazón confiaba en el Señor.

36 Los viejos dijeron: «Mientras estábamos solos, paseando por el jardín, llegó esta mujer con dos muchachas, hizo cerrar las puertas del jardín y despidió a las muchachas. 
37 
Inmediatamente se acercó un joven que había estado escondido, y ella se le entregó. 
38 
Nosotros estábamos en un rincón del jardín, y cuando vimos esta maldad fuimos corriendo adonde ellos estaban. 
39 
Los vimos abrazados, pero no pudimos agarrar al joven, porque era más fuerte que nosotros y abrió las puertas y se escapó. 
40 
Entonces la agarramos a ella y le preguntamos quién era ese joven, 
41 
pero no nos lo quiso decir. Esto lo declaramos como testigos.»

El pueblo que estaba reunido les creyó, pues eran ancianos del pueblo y además jueces. Así que la condenaron a muerte.

Intervención de Daniel

42 Entonces Susana gritó con todas sus fuerzas: «¡Dios eterno, que conoces las cosas ocultas, que sabes todo antes de que suceda, 
43 
tú sabes que estos hombres han declarado falsamente contra mí! ¡Mira que voy a morir, a pesar de no haber hecho ninguna de las cosas que han inventado contra mí estos malvados!»

44 El Señor escuchó los gritos de Susana. 
45 
Y mientras la llevaban para matarla, Dios despertó el espíritu santo en un joven que se llamaba Daniel, 
46 
el cual gritó con todas sus fuerzas:

—¡Yo no me hago responsable de la muerte de esta mujer!

47 Todos se volvieron hacia él, y le preguntaron:

—¿Qué significa eso que acabas de decir?

48 Él se puso en medio de ellos y les dijo:

—¿Son ustedes tan tontos, israelitas, que condenan a una mujer de nuestro pueblo sin averiguar ni examinar bien el asunto? 
49 
Vuelvan al juzgado, porque lo que estos hombres han declarado contra ella es mentira.

50 Entonces todo el pueblo volvió rápidamente. Y los otros ancianos le dijeron a Daniel:

—Ven, siéntate con nosotros e infórmanos, pues Dios te ha dado el mismo derecho que a los ancianos.

51 Daniel les dijo:

—Separen a buena distancia a los dos viejos, y yo les haré un interrogatorio.

52 Y los separaron. Entonces mandó llamar a uno y le dijo:

—Viejo en años y en maldad, ahora van a recaer sobre ti los pecados que cometiste en otro tiempo, 
53 
cuando dictabas sentencias injustas condenando a los inocentes y absolviendo a los culpables, a pesar de que el Señor ha dicho: “No condenes a muerte al hombre inocente y sin culpa.” 
54 
Bueno, si de veras la viste pecar, dinos debajo de qué árbol los viste juntos.

Él respondió:

—Debajo de un castaño.

55 Y Daniel dijo:

—¡Muy bien! Dijiste una mentira que va a ser tu perdición. ¿Conque debajo de un castaño? ¡Pues el ángel de Dios ya recibió de él la orden de castigarte partiéndote en dos!

56 Entonces mandó que se llevaran a éste y trajeran al otro viejo. Y le dijo:

—¡Hombre de la raza de Canaán, y no de Judá; la belleza te sedujo y la pasión pervirtió tu corazón! 
57 
Así es como estaban ustedes haciendo con las mujeres de Israel, y ellas, por miedo, se les entregaban. Pero esta mujer de la tribu de Judá no quiso consentir en la maldad de ustedes. 
58 
Ahora dime, ¿debajo de qué árbol los sorprendiste juntos?

—Debajo de una encina —respondió él.

59 Y Daniel dijo:

—¡Muy bien! Tú también dijiste una mentira que va a ser tu perdición. ¿Conque debajo de una encina? ¡Pues el ángel de Dios está esperando, con la espada lista, para dejártela caer encima y rajarte por la mitad! ¡Así va a matarlos a los dos!

60 Entonces todo el pueblo reunido levantó el grito y bendijo a Dios, que salva a los que confían en él.

61 Y como Daniel hizo que los dos viejos mostraran por su propia boca que habían declarado falsamente, todos se volvieron contra ellos y les aplicaron el mismo castigo que ellos, en su maldad, pensaban aplicar a Susana: 
62 
de acuerdo con la ley de Moisés, los mataron. Y así aquel día se salvó la vida de una persona inocente. 

 P/ Palabra de Dios
R/ Te alabamos Señor

Salmo responsorial del día

Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6

El Señor es mi Pastor


R/. Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo

V/. El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.

V/. Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

V/. Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mí copa rebosa. R/.

V/. Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.

 

Evangelio de hoy lunes 22 de marzo

Evangelio del día según San Juan

Jn. 8, 1-11

La mujer adúltera

Pero Jesús se dirigió al Monte de los Olivos, 
y al día siguiente, al amanecer, volvió al templo. La gente se le acercó, y él se sentó y comenzó a enseñarles.

Los maestros de la ley y los fariseos llevaron entonces a una mujer, a la que habían sorprendido cometiendo adulterio. La pusieron en medio de todos los presentes, 
y dijeron a Jesús:

—Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de cometer adulterio. 
En la ley, Moisés nos ordenó que se matara a pedradas a esta clase de mujeres. ¿Tú qué dices?

Ellos preguntaron esto para ponerlo a prueba, y tener así de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y comenzó a escribir en la tierra con el dedo. 
Luego, como seguían preguntándole, se enderezó y les dijo:

—Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra.

Y volvió a inclinarse y siguió escribiendo en la tierra. 
Al oír esto, uno tras otro comenzaron a irse, y los primeros en hacerlo fueron los más viejos. Cuando Jesús se encontró solo con la mujer, que se había quedado allí, 
10 
se enderezó y le preguntó:

—Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado?

11 Ella le contestó:

—Ninguno, Señor.

Jesús le dijo:

—Tampoco yo te condeno; ahora, vete y no vuelvas a pecar.

P/ Palabra del Señor
R/ Gloria a ti, Señor Jesús

Escucha el Evangelio de hoy a continuación

Audio Evangelio del día

Santos del día, hoy lunes 22 de marzo de 2021

Finalmente, hoy recordamos a los siguientes Santos y Beatos:

  • San Bienvenido Scotivoli, San Basilio de Ancira,
  • San Epafrodito, San Nicolás Owen,
  • San Pablo de Narbona, Santa Lea de Roma,
  • Beato Francisco Chartier.

¿Cuál es tu interpretación de las Lecturas y el Evangelio de hoy?

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La información de los Santos del día se busca en  https://www.santopedia.com/. Los nombres y su vida se pueden confirmar en otras fuentes usando el buscador google.

Fuente de lecturas: Biblia de Estudio: Dios Habla Hoy. De acuerdo con el orden católico. Texto impreso y vía https://www.biblegateway.com/, Vatican News, Ciudad Redonda.

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